P. Ignacio Flores García, MG
Queridos Padrinos y Madrinas, con el deseo de que se encuentren muy bien, tanto en lo físico como en lo espiritual, les envío un afectuoso saludo.
En esta ocasión quiero compartirles la experiencia del envío a Misión del P. Víctor Piñón Salinas, MG, el cual se celebró el año pasado con motivo de su encomienda de regresar a tierras africanas para continuar con la evangelización en la Misión de Kenia.
Algo peculiar en este envío (y que sin duda quiero resaltar) es el hermoso gesto que tuvieron todos los feligreses en su parroquia, ubicada en Ecatepec, Estado de México, para animarlo y apoyarlo en esta tarea de compartir la Buena Nueva en lugares lejanos.
Ese día me encontraba haciendo al mismo tiempo la promoción vocacional con los jóvenes de la comunidad a la que pertenece el P. Víctor, y al realizar el trabajo de las vocaciones para la Iglesia católica fue muy grato y me llenó de felicidad el poder constatar que, de entre toda aquella juventud alegre y viva, una chica de aproximadamente dieciocho años se animaba a formar parte de una congregación de hermanas religiosas.
Algunos jóvenes aún se mostraban tímidos y resistentes para creer que posiblemente Dios les llamaba a un proyecto de vida tan significativo como lo es la vida consagrada. También muchos de ellos estaban curiosos con respecto a lo que tal vez el Señor les proponía para sus vidas a través de los sacerdotes misioneros que aquella vez asistimos a la Misa de envío del P. Víctor.
Además de estas experiencias, cada una de las actividades, tales como la preparación de la Misa, el desfile de las banderas a lo largo del templo, los saludos calurosos hacia los Padres Misioneros de Guadalupe (principalmente hacia el Padre Víctor), hacían que nos sintiéramos en un ambiente de mucha motivación por ver cómo hay todavía hombres generosos que quieren compartir su vida en este noble servicio.
El P. Víctor, su ahijado sacerdote misionero, manifestaba alegría, expectativa, confianza, tranquilidad y, en definitiva, mucha esperanza para volver a aquellas tierras africanas donde, como se ha hecho mención, ha donado ya varios años de su vida.
Sin duda, queridos Padrinos, ese momento era muy especial, y lo que más me llamó la atención fue el instante en que su madre, doña Carmelita Salinas, a la mitad de esta Misa, inmediatamente después de la homilía y en el momento culmen del Rito de envío, se acercó humildemente a su hijo, quien sin dudarlo dos veces se arrodilló ante su madre para pedirle su bendición. En aquel momento el templo se quedó casi en completo silencio.
De pronto, las palabras de una madre, quien ofrece su retoño a Dios para la Misión, se hicieron acompañar con la señal de la cruz sobre la cabeza del hijo misionero, al momento que le decía lo siguiente: “El Señor te dé la fuerza, con su Espíritu Santo, para que puedas ejercer el ministerio que Dios te dio”.
En efecto, estas fueron las oraciones de una mujer que comparte la obra misionera desde su papel cristiano como madre, como servidora del templo, como Ministra de la Eucaristía y como una amiga misionera que motivó a aquel hombre a quien se acercó para bendecirle.
Después de este instante tan especial, las lágrimas del P. Víctor no se hicieron esperar. Eran lágrimas de alegría que salían de su corazón y que culminaron en el abrazo del hombre que, arrodillado con toda sencillez ante Dios y ante su madre, se levantó con mucho ánimo y voluntad para ofrecer su vida a las Misiones africanas.
Al contemplar toda esta escena me vienen a la mente muchos de ustedes, Padrinos y Madrinas, que en todo momento y oportunidad buscan el minuto preciso para bendecir a sus hijos e hijas antes de ir al trabajo, a la escuela, a un viaje, etc. Me pregunto a veces ¿cuántos de ustedes, queridos bienhechores, quisieran, como doña Carmelita, bendecir a sus hijos e hijas para animarlos, con todo respeto y amor, a que puedan considerar la posibilidad de ser sacerdotes, religiosas y misioneros que puedan llevar una gran noticia a aquellos hermanos que en el mundo aún están esperando escuchar el mensaje de Dios, nuestro Señor?
Sigamos pidiendo fervientemente por las vocaciones, especialmente por aquellas que sienten el fuerte llamado a la vida misionera.
Les comparto un video del momento en que fui testigo de la experiencia que les acabo de compartir sobre el P. Víctor Piñón y su madre.
Miguel González dice
Buen día, saludos a todos los que pasan por aquí, que Dios los siga bendiciendo.
Solo quiero mencionar que quise ver el vídeo pero no lo encuentro, no hay link, no hay nada de vídeo y ya falta poco para que se acabe este mes de Marzo y espero poder verlo.
Gracias. Y a seguir pidiendo a Dios más sacerdotes, más benditos y santos sacerdotes que entreguen su vida al servicio de Dios.
Hasta pronto.
P. Ignacio Flores dice
Hola Migue, es verdad. Lo reviso al momento nuevamente. Espero que se corrija a la brevedad. Gracias por tus palabras y bendiciones.
Tomás Camacho dice
Dios bendiga a todos los sacerdotes, religiosas y misioneros que dan su vida por llevar la palabra del Señor a tantas personas que todavía no conocen este camino tan maravilloso.
Nos quedamos con las ganas de ver el video.
P. Ignacio Flores dice
No, no, para nada que nos quedamos con las ganas. Lo enviamos a la brevedad. Una disculpa. Un abrazo y bendiciones. Saludos.
Martín Laguna Salazar dice
Hola padre Ignacio es un gusto saludarlo a trabes de este medio, cada mes leo sus artículos, en esta revista, que son muy interesantes, supe que estuvo aquí en mi ciudad de Guadalajara Jalisco no me entere antes me hubiera gustado saludarlo personalmente es usted un sacerdote joven y con mucha vitalidad que Dios le da como un don, siga así con el favor de Dios y que él con su infinita bondad lo guarde y lo bendiga siempre.
P. Ignacio Flores dice
Muchas gracias!. Efectivamente andaba por esas hermosas tierras tapatías. Espero que pronto nos encontremos primero Dios y será un gustazo estrechar las manos y juntar los corazones. Un abrazo Martín.
Bendiciones!
Jesús ramos dice
Saludos al padre Ignacio,me gusta leer en la revista almas las historias que cuenta.bendiciones padre Ignacio flores, de un padrino.
P. Ignacio Flores dice
Buenas tardes padrino. Muchas gracias por sus saludos. Estamos orando unos por otros. Dios lo bendiga.
Carmelita dice
Me uno a esta alegría del padre Víctor en esta misión de llevar el evangelio a esos pueblos .
Diosito lo bendiga en su misión
P. Ignacio Flores dice
Muchas gracias Carmelita. Un abrazo y muchas bendiciones.
José Torres. dice
No se puede ver el vídeo. No aparece el link.
P. Ignacio Flores dice
Hola José es verdad. En breve revisaremos el detalle técnico. Gracias. Un abrazo y bendiciones.
Carmen Negrete dice
mil felicidades por este articulo tan bello y edificante del misionero el padre Piñon y del Padre Ignacio Flores nos hacen sentir mucha emoción y gratitud a nuestro Padre Dios ,por su entrega y generosidad a ese continente tan lejano y seguimos pidiendo por todos los misioneros y por esas madres, como Carmelita tan generosa también como su hijo,estamos verdaderamente impactados por las fotografias de la revista y el video. Enhorabuena bendiciones.
P. Ignacio Flores dice
Hola Carmelita Negrete. Muchas gracias por sus oraciones. También nosotros los tenemos muy presentes en las nuestras. Un abrazo y bendiciones.