Almas

  • Nuestros artículos
    • Artículos del mes
    • 50 años en Kenia
    • Los Sacramentos
    • Conoce bien tu fe
    • Artículos anteriores
    • Números anteriores
  • Secciones
    • Portada
    • El Papa
    • Editorial
    • Vida MG
    • Nuestros lectores
    • Intenciones
    • Club de Niños MG
  • Vocaciones Misioneras
    • Pastoral vocacional
    • Desde el seminario
    • Centro de Orientación Vocacional
  • Misioneros de Guadalupe
    • Semblanza
    • Directorio
    • Contacto

La presencia de Cristo

1 abril, 2017 por Juan José Ramírez Deja un comentario

Juan José Ramírez Escarza

En su Carta a los Colosenses, san Pablo dice: “Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con Él, perdonando todas nuestras faltas […] Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios” (Col 2, 13; 3, 1).

Este fragmento de la Sagrada Escritura nos muestra que la Resurrección de Cristo supera todos los errores humanos y nos redime. Cristo, al encarnarse y vivir como uno de nosotros, nos trae la semilla de las cosas de Dios. Esos “bienes del cielo” no se refieren a cosas u hechos ajenos a nosotros, sino a la puesta en práctica de los valores que Él nos enseñó para fomentar el bien común. En otras palabras: vivir nuestra vida terrenal con los criterios celestiales: justicia, paz, fraternidad, el respeto al prójimo, etcétera.

Cristo murió por todos, salvando a todos, y nos dejó el legado de su vida. Él pasó haciendo el bien y ahora aquellos que caminan a su lado encuentran la salvación. Así mismo, su resurrección es el hecho más evidente de la omnipotencia de Dios, y por eso dejó encomendada a la Iglesia la Misión de anunciarla a todo el mundo. Somos los discípulos del Salvador que murió, resucitó y vive una vida que no morirá jamás. Esta es la esperanza de los cristianos y puede ser la mejor defensa contra la tristeza y las angustias en el mundo.

En la actualidad de nuestro país, con tantas sombras y crímenes, con tanta indiferencia por la vida, con una sociedad dividida y polarizada, la Iglesia tiene la tarea de alumbrar con la esperanza de que más temprano que tarde brillarán la verdad y la justicia, y regresará nuestro Señor a realizar su Reino. La Misión de la Iglesia es anunciar desde siempre la presencia viva del Resucitado, y buscar las cosas del cielo aquí en la tierra.

Archivado en: Editorial Etiquetado como: 2017, abril, Colosenses, Cristo, editorial, Resurrección, salvación, san Pablo

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Manténgase conectado

  • E-mail
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube

Buscar en Almas

Archivos

Palabras clave

mayooctubreseptiembreeditorialagostoportadamarzoevangelizacióneneroKeniajuliointencionesfebrero201420192018Papa Francisco201720152016

Manténgase conectado

  • E-mail
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube

RSS Santoral

  • Jenaro Sánchez Delgadillo, Santo
    Sacerdote y Mártir, 17 de enero
  • Roselina (Rosalina) de Villeneuve, Santa
    Religiosa, 17 de enero
  • Sulpicio el Pío, Santo
    Obispo, 17 de enero
  • Antonio, Santo
    Memoria Litúrgica, 17 de enero

Etiquetas

Áfricajulio20152016diciembreseptiembreagostofebreroportadaabrilClub de Niños2018marzoSólo para ninosevangelizaciónintenciones20192014mayooctubreeditorialKeniaPapa Francisco2017enero
© Misioneros de Guadalupe, AR. | Aviso de privacidad |Todos los derechos reservados