Almas

  • Nuestros artículos
    • Artículos del mes
    • 50 años en Kenia
    • Los Sacramentos
    • Conoce bien tu fe
    • Artículos anteriores
    • Números anteriores
  • Secciones
    • Portada
    • El Papa
    • Editorial
    • Vida MG
    • Nuestros lectores
    • Intenciones
    • Club de Niños MG
  • Vocaciones Misioneras
    • Pastoral vocacional
    • Desde el seminario
    • Centro de Orientación Vocacional
  • Misioneros de Guadalupe
    • Semblanza
    • Directorio
    • Contacto

Editorial, febrero 2019

1 febrero, 2019 por Juan José Ramírez 1 comentario

 

 

 

P. Emilio Fortoul Ollivier, MG
Consejero General

Conocí a los Misioneros de Guadalupe en 1973, cuando estudiaba sexto de primaria. Se acercaba la celebración del 25º aniversario del Instituto y recuerdo que en las reuniones del Centro de Orientación Vocacional nos regalaban calcomanías con rostros de niños de las Misiones que había en ese entonces: Japón, Corea y Kenia.

Ya muy cerca de mi ordenación sacerdotal fue cuando caí en cuenta de que mis compañeros y yo éramos privilegiados, pues Dios había puesto a nuestro alcance a los Misioneros de Guadalupe, que nos habían ayudado a discernir nuestra vocación y nos prepararon para vivirla en un seminario con capilla, comedor, dormitorio, biblioteca, aulas, asesores de tiempo completo, etc.

Al llegar a la Misión de Japón encontré que también ahí nuestro Instituto tenía un camino preparado para los recién llegados: vínculos con comunidades religiosas e Institutos misioneros que nos hospedaron, nos apoyaron para estudiar el idioma y compartieron sus experiencias de vida y los obispos que nos recibieron en sus diócesis.

Después de varios años, al regresar a México para colaborar en algunas labores administrativas, pude conocer la faceta del Instituto que hace posible el funcionamiento de los seminarios, las Misiones y las casas. Era también una senda trazada, seguramente abierta con mucho sudor y dedicación.

Es muy valioso que nuestro Instituto ofrezca una senda amplia, segura y probada, para que muchos puedan recorrerla y vivir la vocación misionera. Los bienhechores colaboran con el Señor para que esta senda perdure y siga recibiendo a quienes quieran recorrerla. Desde mi responsabilidad en el Consejo General, hoy me toca impulsar esta herramienta de evangelización que Él regaló hace 70 años a la Iglesia universal a través de la fe de México.

Archivado en: Editorial Etiquetado como: 2019, 70 aniversario de MG, Consejo General, editorial, febrero, P. Emilio Fortoul Ollivier, vocación

Comentarios

  1. Fco. J. Tapia Hdez dice

    2 febrero, 2019 al 9:34 AM

    Un abrazo P. Fortul, es muy cierto lo que compartes Misioneros de Guadalupe instituto misionero y orgullosamente Mexicanos para el extranjero, cuantas historias encontramos en cada reincon de las casa de los MG, pero cuantos hemos pasado por esa historia y considero que se multiplican en FE, un abrazo

    Responder

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Manténgase conectado

  • E-mail
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube

Buscar en Almas

Archivos

Palabras clave

mayooctubreseptiembreeditorialagostoportadamarzoevangelizacióneneroKeniajuliointencionesfebrero201420192018Papa Francisco201720152016

Manténgase conectado

  • E-mail
  • Facebook
  • Twitter
  • Youtube

RSS Santoral

  • Jenaro Sánchez Delgadillo, Santo
    Sacerdote y Mártir, 17 de enero
  • Roselina (Rosalina) de Villeneuve, Santa
    Religiosa, 17 de enero
  • Sulpicio el Pío, Santo
    Obispo, 17 de enero
  • Antonio, Santo
    Memoria Litúrgica, 17 de enero

Etiquetas

Keniaabrileditorial2018mayooctubre2015enerojuliodiciembreClub de Niños2017evangelizaciónseptiembrefebrero2014agostointencionesmarzo2016Sólo para ninos2019portadaPapa FranciscoÁfrica
© Misioneros de Guadalupe, AR. | Aviso de privacidad |Todos los derechos reservados